"Cuando reces, desecha todo lo que te acose (...), permanece ignorante y simple y, al mismo tiempo, como un niño reflexivo (...). Aleja de ti astucias y pensamientos y compórtate como un niño destetado por su madre"."Cuando vayas a rezar, que tu lengua no pronuncie palabra alguna".
"Cuando tu inteligencia, inmersa en un ardiente amor de Dios, se prepara poco a poco, por así decir, para salir de la creación, y rechaza todos los pensamientos (...), llenándose al mismo tiempo de gratitud y alegría, entonces puedes considerarte cerca de los fines de la oración".
"Si eres teólogo, rezarás de verdad, y si rezas de verdad, eres teólogo".
Varios fragmentos de Evagrio Póntico (Parenética, fragmento conservado en Orientalia Christiana y Sobre la Oración -dos últimas frases-, respectivamente)
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