Desde este espacio, en esta hora de gran tribulación para nuestros hermanos del Perú, queremos hacer una llamada especial a que tengamos presentes en nuestros corazones, a través de las oraciones elevadas a los Cielos, a las víctimas de los terribles seísmos acaecidos, a sus familiares y a todos cuantos han perdido sus pocas y humildes posesiones.
Esta noche, los próximos días, tal vez siempre... no dejemos de orar por todos ellos y por una pronta recuperación de su país. Tengamos en mente con atención especial, también, a aquellos peruanos inmigrantes en España que sufren en la distancia y, muchos, en la inquietud del desconocimiento de las auténticas dimensiones de la tragedia y de cómo habrá afectado a sus parientes y amigos.
Del mismo modo, si nuestra economía o nuestros medios nos lo permiten, busquemos en cuanto nos sea posible asociaciones y organizaciones fiables (ONGD´s) que puedan fácilmente hacer llegar la ayuda material que podamos prestar y que estará siendo, por momentos, tan necesaria.
AHORA PUES, OREMOS
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